14 Abr 20 Villas Medievales de Soria de las que te vas a enamorar
Te damos la bienvenida a esta ruta, donde te hacemos una propuesta con la que viajar por Soria, tras la guía de las huellas que la historia imprimió en el territorio. Recorremos algunas villas sorianas que conservan en la traza urbana y su Patrimonio cultural, un importante legado de raíz medieval. Y… avisamos, ¡son solo algunos de los pueblos más bonitos de Soria!
20 villas medievales de Soria de las que te vas a enamorar
De norte a sur y de este a oeste la herencia del Medievo por estas tierras se exhibe en acogedores rincones y fascinantes paisajes. El imaginario colectivo de sus habitantes y sus costumbres y tradiciones, mantienen viva la esencia medieval.
1. Caracena
Caracena es una de las villas medievales más impresionantes de Soria, por ella misma y por el entorno natural que la acoge. Conserva restos de la potente muralla que la protegía por los flancos en los que no lo hacen los paredones verticales segados por el río Caracena. Un Rollo erigido en el S. XVIII en la Plaza Mayor dispone la visita por un sorprendente itinerario que nos llevará a descubrir dos magníficas iglesias románicas, la de Santa María y la porticada de San Pedro; la cárcel, un hospital y en la cumbre el castillo, uno de los mejor conservados estructuralmente de estas Tierras del Burgo de Osma.
En el extremo más occidental del territorio provincial, el Duero nos acerca hacia la localidad de Langa de Duero. En Segontia Lanka tiene su génesis celtibérica este Conjunto Histórico que enraíza con el Medievo en urbanismo y arquitectura: construcciones de adobe y tapial acicaladas con revocos sobre soportales; lagares y bodegas recuperados, conforman el caserío langueño.
Yanguas es la Villa más norteña de las que integran este itinerario. Cuando el valle del Cidacos se angosta hacia el norte, este lugar ejerció de control de paso entre las actuales tierras de la Rioja, Navarra y Castilla. Por ello ilustra su escudo con dos puertas y la leyenda «Puertas de Valdearnedo». Caserío de sillarejo, robustos soportales, calles empedradas y empinadas, perviven guarecidos por uno de los escasos castillos de tapial conservados, iglesias de génesis románica y la elegante torre de San Miguel. A buen seguro por aquí acarrearon viandas e industrias los arrieros yangüeses que Cervantes inmortalizó en el Quijote. Es Conjunto Histórico y uno de los Pueblos más bonitos de España.
Magaña aparece de súbito en el camino entre cerros, sierras calvas y ceñidos bancales. Fue «capital» del pequeño territorio de su Comunidad de Villa y Tierra bajo control de Navarra y Aragón hasta 1134 en que se incorpora definitivamente a Castilla. Un potente castillo señorea desde lo alto un río, el Alhama, y un pueblo con traza urbana medieval que llegó a contar con seis parroquias.
En Ágreda los testimonios, aunque escasos, apuntan hacia la época romana como uno de los emplazamientos en la Vía Romana XXVII entre Astorga y Zaragoza. Pero es sin duda el Medievo el momento álgido de esta Villa. En su condición de Villa de frontera fue testigo de enfrentamientos, paces, treguas y conciertos matrimoniales. En sus calles y arrabales convivieron gentes de diferentes religiones y culturas.
Junto al nacimiento del río Queiles, Vozmediano erige su castillo en tierras de frontera, en la Raya, entre Castilla y Aragón. Un cerro aporta la base consistente de la fortaleza en torno a la que discurren serpenteantes las calles y callejuelas que componen la trama urbana de esta localidad.
Soria, la actual capital de la provincia, fue en la Edad Media una de las más importantes Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura Castellana. El casco antiguo de la ciudad y la margen izquierda del río Duero son dos de los más de sesenta Bienes de Interés Cultural con que cuenta la ciudad.
Calatañazor forma parte de leyendas (Almanzor protagoniza una de ellas), catálogos de Conjuntos Históricos, … y de las secuencias cinematográficas de películas emblemáticas como «Campanadas a medianoche» o series actuales de gran impacto como «El Cid».
Magnífico y bello enclave es castillejo de robledo donde la tierra y la piedra, junto con la madera de sabina de los bosques de la zona, son los materiales usados en la construcción de las
moradas de la villa. Aquí la tradición localiza el pasaje de la Afrenta de Corpes del Cantar cidiano, y otorga mando templario al castillo. La iglesia de la Asunción y la fortaleza son BIC. La iglesia
es románica de muy buena factura con ábside cuidadosamente articulado, una hermosa portada policromada y sugestivas pinturas murales en el interior.
Rejas de San Esteban es una pequeña localidad de la Ribera catalogada como BIC en la categoría de Conjunto Histórico. Le hacen merecedora de esta protección la pervivencia de la arquitectura tradicional y el valor patrimonial de sus dos iglesias románicas; San Martín y San Ginés ostentan la titularidad de sendas iglesias porticadas.
En San Esteban de Gormaz de nuevo el Duero es protagonista, y Rodrigo Díaz de Vivar el Campeador quien tomó definitivamente la plaza para Castilla en el 1054. Los regidores castellanos desde Fernán González hasta Alfonso VIII frecuentaron la villa y se alojaron entre los muros de su castillo. Se le otorgó Fuero y emprendió la construcción de algunas de las parroquias más antiguas del Románico soriano. Es la cuna de las galerías porticadas en San Miguel, la Virgen del Rivero y San Esteban; esta última desmantelada y puesta a la venta en el mercado de antigüedades.
12. El Burgo de Osma – Ciudad de Osma
El Burgo de Osma – Ciudad de Osma, una de las localidades de raigambre medieval con mayor Patrimonio cultural de la provincia. Como era habitual en los enclaves avanzados de la frontera del Duero el dominio alternó entre contendientes con fortaleza construida. Osma tiene un castillo, recientemente restaurado, que se aferra a una escarpada e inaccesible ladera; en su fábrica se utilizaron como sillares y mampuestos numerosas piezas procedentes de Uxama. Fue junto con la línea de atalayas del entorno, linde en la frontera y barbacana del Medievo.
Si hay un lugar emblemático de la provincia donde el Medievo dejó una impronta singular, ese es Gormaz. Pueblo, ermita, castillo, llanos de cultivo y … el Duero, componen un escenario único, un paisaje sublime e hipnótico. Gormaz, el pueblo, hoy es pequeño y recoleto, pero de la importancia de su pasado nos habla el magnífico e impresionante legado patrimonial en el que hoy podemos sumergirnos. Un extenso cerro amesetado vigilante sobre el probable vado en el Duero, acogió la primera construcción defensiva regida por alcaides castellanos o generales del Califato, según dominio de unos u otros. El Cid también lo fue.
Una nueva sorpresa nos aguarda en el entorno del Duero, el espectacular enclave de Berlanga que toma como apellido al histórico río. Fue castellana y aragonesa y contó con al menos 33 aldeas bajo su jurisdicción de Villa en época medieval. El recinto medieval de la fortaleza de la que El Cid fue alcaide protegió la población después desplazada hacia el llano en el S.CVI. El fortín artillero renacentista circunda el castillo viejo con muros que llegan a alcanzar los cinco metros de espesor.
Emplazamiento medieval de origen árabe es Almazán; su nombre se ha transcrito como «El Fortificado». Y así aparece ante el viajero que ha de traspasar recias e imponentes puertas de muralla para acceder a la Villa histórica. Almazán fue lugar de paces y treguas, descanso y Corte de monarcas castellanos, aragoneses y navarros; los Católicos se alojaron en el palacio de los Hurtado de Mendoza en la Plaza Mayor donde el Concejo, la nobleza, el clero y el pueblo adnamantino disfrutaba de fiestas y corridas de toros desde balconadas y soportales.
Un largo puente medieval extramuros vadea el Duero y corta sus aguas con recios tajamares. Hoy una vanguardista pasarela acompaña en paralelo al vado medieval.
La localidad de Retortillo de Soria perteneció en lo administrativo a la Comunidad de Villa y Tierra de Atienza teniendo quizás como asentamiento primitivo el despoblado de Lérida, un poco más al norte. Una ermita advocada a San Miguel atestigua la filiación románica de la zona. La villa conserva lienzos de la muralla y dos puertas de acceso, una a poniente la de «Sollera», otra a oriente en las proximidades de la iglesia gótica de San Pedro.
Y si buscamos un lugar donde la historia se haya detenido en el tiempo, lo hallaremos en Rello. No encontraremos palacios y casonas señoriales, pero sí un entramado urbano heredado del Medievo en el callejero y las moradas de sus habitantes. El pueblo se encarama en un cerro rocoso y escarpado bordeado por el río Escalote. Las murallas se adaptan a la topografía; en un extremo el castillo, y en él otro la iglesia.
Fue capital de la Marca Media y es heredera de culturas que anclan su origen a tiempos remotos. Así es la Medinaceli del siglo XXI xxi. Un arco conmemorativo y puerta de la ciudad del S.I, nos traslada a la Roma clásica, es el único de triple arcada de la península y su símbolo ilustra los mapas oficiales y las señales de tráfico anunciando la presencia de elementos del Patrimonio cultural.
En el valle del Jalón otra sorpresa nos aguarda. La localidad de Somaén declara un innegable origen islámico. Sus moradores se asentaron en la ladera mirando al río. Al norte en una marcada hoz, un castillo recuperado en parte, evidencia el carácter fronterizo y defensivo del enclave.
20. Monteagudo de las Vicarías
En la comarca de Las Vicarías un embalse proporciona descanso y albergue a las aves migratorias. Estamos en Monteagudo de las Vicarías nominado como uno de los pueblos más bonitos de España. De nuevo en la Raya la influencia mudéjar de raigambre aragonesa evidencia aquí su legado.
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