Barahona fue considerado un foco de brujería y está documentado en los diarios de la Santa Inquisición, en los archivos de Cuenca.
Nada más llegar el turista es recibido por un monolito de piedra conocido como “El Mojón de las Brujas” o “El Confesionario de las Brujas”. Es aquí donde realizaban los aquelarres y donde se confesaban. Este lugar marcaba su punto de reunión. Se trata de una piedra caliza en cuyo centro tiene un orificio de unos 15 cm de diámetro. En el s. XVII Diego Torres de Villarroel situó en este paraje un relato fantástico, que luego sirvió de inspiración a Goya para la ejecución de su cuadro El Aquelarre.
En el cerro del pueblo se encuentra la iglesia de San Miguel Arcángel con retablo y órgano barroco de Diego Madrigal. Se levantó sobre los restos de un antiguo castillo y forma parte de la zona defensiva.
Otros lugares de interés son Los Pozos Airones, La Sima y las Atalayas de la Nava de la Torre, La Torrecilla y el Torrejón. También es interesante acercarse al lavadero, donde veremos las huellas de un asentamiento celtíbero.