Sus calles empinadas y estrechas, compuestas por casas de piedra y teja, hacen del conjunto un típico pueblo de postal. Recorriéndolas, nos encontraremos con la Iglesia de San Miguel Arcángel. Construida en piedra, con soportal a la entrada, guarda en su interior dos retablos del S. XVII y XVIII.

Dominando el valle, encima de la llamada Cueva de la Mora, se alza el Torreón Islámico. La torre de fábrica de mampostería y de planta rectangular data del s. XI y tiene una altura de 12 metros.

El término junto con Iruecha, Judes, Algondrón y parte de Sagides están protegidos medioambientalmente y son Lugar de interés Comunitario de los Sabinares del Jalón. Desde el pueblo existe un camino que parte hacia la Laguna de Judes.

Al final del pueblo, tras una alargada chimenea se sitúa su peculiar fuente y justo al lado el antiguo lavadero.

Para hacernos una idea del espectacular paisaje y disfrutar de la panorámica, es recomendable subir a la parte alta del pueblo y ver el paraje del Barranco de la Cascada.