La biodiversidad vegetal con la que cuenta el parque nos permite conocer tanto plantas autóctonas como otras de origen lejano y exótico.

Largos paseos discurren bajo centenarios árboles, la Rosaleda con jardines de estilo francés en su parte central y en la parte alta, una amplia pradera invita a sentarse en el césped.

También en el centro del parque podemos encontrar la ermita de la Soledad del siglo XVI, que guarda en su interior una importante imagen del Cristo del Humilladero, atribuida a Juan de Juni.

Junto a esta ermita, el popular “árbol de la música” donde antaño la banda municipal de música ofrecía sus conciertos, fue reemplazado por el actual castaño de indias rosado. El original e imponente olmo que allí se plantó en 1611 murió de grafiosis, tras más de 380 años de existencia en el corazón del parque.

Como curiosidad señalar que la Alameda de Cervantes es uno de los jardines públicos más antiguos de España.