Caracena: Historia, patrimonio y un marco natural incomparable

Caracena: Historia, patrimonio y un marco natural incomparable

Soria está llena de pueblos mágicos. Lugares con un encanto especial que en ocasiones destacan por su patrimonio, en otras por su historia, por su cultura, sus gentes, o su entorno natural. La provincia alberga 183 municipios y más de 500 núcleos de población y todos ellos tienen algo que los hace únicos.

Caracena es uno de ellos, un municipio que no destaca solo por los restos de su historia, como sucede con el castillo, sino también por la tranquilidad de sus calles, su patrimonio o su entorno natural. Ubicado en el suroeste de la provincia de Soria, este municipio, se encuentra en las estribaciones de la Sierra de la Pela y Picos de Grado, en un macizo calcáreo enmarcado por tres cañones conocidos por el nombre de las Gargantas, los Pilones, y el de Caracena. Una ubicación que sin duda le confiere a este municipio un entorno natural de una belleza espectacular.

Conjunto Histórico

Caracena fue un enclave estratégico que, por su situación entre las plazas fuertes de San Esteban de Gormaz y Atienza, condicionó durante largos años su historia, siendo una de las principales marcas fronterizas entre árabes y cristianos. A día de hoy, conserva el entorno urbano, el caserío e importantes bienes integrantes del patrimonio cultural que la hicieron merecedora de protección patrimonial como Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico. Esto hace que sea uno de los pueblos medievales más interesantes y bellos de la provincia de Soria.

De su época medieval se conservan dos iglesias románicas: Santa María de la Asunción y San Pedro Apóstol (declarada Monumento Histórico Artístico Nacional en 1935). En la Plaza Mayor, y en su centro, el imponente rollo o picota, de estilo barroco (tiene escrita la fecha 1738). En las afueras del pueblo se encuentra la ermita de Nuestra Señora del Monte. Además del importante yacimiento de Los Tolmos, perteneciente a la Edad del Bronce.

Castillo de Caracena

Su situación estratégica fue relevante en la Edad Media en el avance y consolidación de la línea de frontera entre reinos hispanos al sur del Duero; en esta caso establecida por el río Caracena en la ruta entre San Esteban de Gormaz y Atienza. La Comunidad de Villa y Tierra de la que Caracena era cabeza agrupaba a veinte aldeas en su alfoz. Uno de los testigos de aquella época es el castillo, que es además uno de los mejores conservados de la provincia. 

Fotografía: Conrado Ángel

El castillo estuvo sometido al dominio de realengo y señores del lugar, y la fortificación de origen altomedieval fue reconstruida en las postrimerías del s. XV. Está situado sobre un cerro desde el que se domina la localidad y el paso del río entre los cortados y cañones que forman el Barranco de los Pilones y el de las Gargantas; ambos llevan sus aguas estacionales al río Caracena.

El castillo se construyó en mampostería protegido por una muralla que recorre el altozano entre las barranqueras. Tiene un doble recinto fortificado y foso; la cerca cuenta con cubos de refuerzo, aljibes y garitas voladas. El acceso se hace a través de un paso quebrado. La planta es cuadrangular con la torre del homenaje situada en el ángulo sur.

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