El entorno de Vinuesa junto con los pinares y las nieves de invierno hacen que sus calles se dibujen de una manera especial, haciendo de la arquitectura única y particular. Así pues, esta arquitectura se propagó por la zona debido al terreno y al clima.
Los emigrantes retornados de América, con éxito y fortuna, dejaron su huella en la Villa construyendo bellas casonas de estilo colonial. La altura, anchura y materiales marcaban la distinción, por lo tanto predomina la piedra y la madera de los bosques de la zona en estos edificios.
El mejor ejemplo que ilustra esta arquitectura pinariega se exhibe en la Calle Luenga: La Casa de los Ramos. Fechada en 1778. Es tal su importancia que fue declarada Bien de Interés Cultural después de 200 años.
Se trata de un edificio solemne de dos plantas rectangulares y un desván. La distribución de las dependencias de la 1ª planta se ordenan entorno al zaguán. El 2º piso está decorado con balcón volado de madera de pino silvestre labrado y un gran alero de canes de madera que sustenta el tejado de doble teja roja. Cuenta con un patio o jardín delantero cerrado por una valla de piedra almenada. La casa tiene también cuadras y pajar.
La portada principal está fabricada de muro grueso de mampostería y pintada con sillares.
En el interior la pieza más interesante es la cocina ya que la vida familiar giraba en torno al hogar de una típica chimenea troncónica, que al exterior se remataba con un copete de tablas.
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VISITA GUIADA: No
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