03 Mar Rutas de leyenda: 8 castillos de la provincia de Soria que deberías conocer (Parte II)
Los castillos de la provincia de Soria guardan entre sus muros miles de historias, donde la realidad se funde con la leyenda para hablarnos de grandes batallas, conquista y reconquista e incluso romances. Construcciones, muy diversas, que son testigo de la historia de nuestra provincia y que esperan tu visita.
Hace tiempo os hablamos ya de los castillos de Ucero, Somaén, Berlanga de Duero, Hinojosa o Magaña, pero hay otros muchos que merecen ser descubiertos. A continuación, repasamos algunos de ellos:
Castillos de la provincia de Soria
1. Fortaleza de Osma
Los estudios realizados recientemente sobre la fortaleza de Osma han colocado este castillo como uno de los más antiguos de los levantados por los reinos hispanos medievales. El rey Ramiro II de León ordenó su construcción en el siglo X en la frontera con el Califato cordobés de Abderramán III. Fue uno de los enclaves estratégicos más relevantes del Reino de León y del Condado de Fernán González de Castilla en los convulsos tiempos medievales.
Fotografía: Conrado Ángel
Este castillo contaba con un arma secreta de la que da cuenta Cobos y Retuerce: las saeteras. El sistema defensivo por saetas era desconocido en aquel momento lo que supuso la victoria frente a Abderraman III en 934. Las saeteras estaban al pie de sus muros, más seguros para el defensor y más difíciles de destruir que si estuvieran en las almenas. Almanzor se hizo con la plaza en el 989.
Este castillo cayó en el olvido y sus sillares sirvieron para la construcción de la catedral, sillares que antes formaron parte de la antigua y cercana ciudad romana de Uxama.
2. Castillo de Medinaceli
El castillo de Medinaceli fue el asentamiento que defendía la Marca Media, trasladada desde Toledo al Alto Jalón en el 946. Es una sencilla construcción en sillarejo y mampuesto de planta rectangular y tres torreones circulares en las esquinas y la torre del homenaje cuadrangular.
El actual castillo se ubica en el espacio que ocupó la alcazaba militar, seguramente la reforma que nos queda de él fue realizada durante el siglo XIV por los condes de Medinaceli. En el castillo vivieron los de la Cerda hasta la construcción del Palacio en la Plaza Mayor.
En la actualidad es el cementerio de la localidad, lo mismo ocurre con el de Vozmediano.
3. Castillo de Serón de Nágima
Hay numerosos datos sobre los enfrentamientos fronterizos durante la Baja Edad Media donde la villa de Serón aparece reflejada, en cambio de su castillo no hay referencia hasta el siglo XII, cuando el papa Inocencio II concede los diezmos del “Seronen castellum” al obispado de Sigüenza. De los restos conservado podemos observar la planta cuadrangular con dos torreones y como curiosidad apenas hay alteraciones en la fábrica original, lo que hace suponer que no fue duramente atacado.
La peculiaridad de este castillo es por el material utilizado, mimetizado con la tierra, es tapial de arcilla, lo que le hace más frágil al paso del tiempo, pero casi único. Ubicado el paso natural entre Ariza a Gómara, controlando el valle del río Nágima, importante nexo de comunicación entre el valle del río Jalón con el río Duero.
4. Castillo de Rello
La villa fortificada de Rello, situada en una muela, constituye el conjunto amurallado mejor conservado de la provincia. Conserva las murallas y el castillo que protegían el paso desde tierras del sur a la línea del Duero.
La fecha de construcción de la muralla y del castillo podría remontarse al s. XII, época de construcción de las atalayas del Tiñón y del Agua, pero algunos autores lo sitúan en torno a los s. XV- XVI, cuando la torre del homenaje se rodeó de un nuevo recinto con torreones de varios pisos en sus ángulos conformando el actual castillo. Este está protegido por un recinto fortificado con torres circulares y cuadrangulares en las que se abren las puertas en codo; la parte superior de las torres se ve coronada por matacanes del siglo XV, si bien lo más seguro es que no tuvieran función defensiva sino estética. Sobre las ménsulas que soportan los matacanes algunos sillares albergan un bajorrelieve labrado en forma de arco de medio punto.
5. Castillo de San Leonardo de Yagüe
Castillo y palacio de San Leonardo de Yagüe se encuentran en un cerro rocoso dominando la villa. Esta «Casa fuerte” construida por Juan Manrique de Lara, Capitán general de artillería ,en 1563 junto al maestro de obras italiano Bartolomeo Carlone, bajo el reinado de Felipe II, fue inspiración de los fuertes abaluartados de las Américas.
Se trata del primer castillo abaluartado renacentista, único en la época, cuya vivienda interior estaba decorada con ricos ornamentos y el exterior con gruesos y potentes baluartes erigidos para repeler todo tipo de ataques con armas de fuego.
La planta de la fortaleza es cuadrada con patio interior y dos alturas. Dispone de cuatro baluartes en sus respectivas esquinas y dos cañoneras en cada uno de ellos. El patio de la residencia señorial pudo ser apilastrado con capiteles clásicos. Se conservan restos de la capilla de la palaciega en planta y hastial.
6. Castillo de Yanguas
El Castillo de Yanguas (otro sorprendente edificio de los castillos de la provincia de Soria) se sitúa en un altozano en el extremo más oriental que bordean dos cursos de agua; al sur un arroyo estacional y al norte el río Masas. Ambos vierten sus aguas al río Cidacos. Refuerza la defensa una muralla que fortifica la Villa. Desde su ubicación controlaba el paso natural hacia la cuenca del Ebro y el reino de Navarra.
Fotografía: Conrado Ángel
Probablemente construido a finales del s. XIV y primeras décadas del XV, se levantó en fábrica de tapial de tierra. Fue residencia de los señores de Yanguas y de los de los Cameros Viejos, al menos hasta el año 1600. Es una construcción típica de castillo-palacio.
Conserva el recinto interior de planta cuadrangular flanqueada por cuatro torreones cuadrados en los esquinales; uno de ellos de base más ancha funciona como Torre del Homenaje. En el espacio central un patio empedrado y columnado. Se conservan tres lienzos de su recinto exterior levantados con la técnica del encofrado y rematados con almenas.
7. Castillo de Vozmediano
Vozmediano está a los pies del Moncayo, fue frontera con Navarra y Aragón, por ello punto estratégico en la frontera de estos reinos con Castilla. En un formidable risco se encuentra el castillo, junto al valle que el río Queiles ha esculpido, en la actualidad es el cementerio de la localidad.
Fotografía: Conrado Ángel
La fortaleza que ahora vemos es resultado de la evolución histórica con el paso del tiempo las diferentes culturas que aquí se asentaron han dejado su impronta: el recinto exterior es romano, la torre árabe y la muralla medieval. La Torre del Homenaje tuvo varios pisos y aún conserva las puertas de acceso desde el exterior y la que da acceso al patio de armas.
Vozmediano y su castillo están unidos a la literatura por las Serranillas del Moncayo del Marqués de Santillana, Inigo López Mendoza fue capitán de frontero en 1429.
8. Castillo de Calatañazor
Calatañazor tiene origen árabe se ha traducido como castillo de las águilas. Una leyenda ubica a Almanzor el verano del 1002 en este Valle, donde cuentan que perdió el tambor. Nada nos consta, ni del tambor ni de su derrota.
La localidad se asienta sobre el cerro labrado por el río Milanos, a pocos metros transcurre la vía 27, calzada romana que unía Cesaraugusta con Astúrica.
Fotografía: Conrado Ángel
Como Villa de frontera se fortificó con muralla y castillo, además de su privilegiada orografía al valle.
En la parte más elevada del espolón donde se asienta el caserío se encuentra el castillo del siglo XII y reformado en el siglo XIV. La Torre del Homenaje, en el lienzo oriental, es de mampostería y sillería de refuerzo en las esquinas. El recinto exterior cuenta con torres circulares que lo unen a la muralla que fortifica la población y cuenta con foso en el lado del pueblo.
Esperamos que hayas disfrutado de este post sobre los Castillos de la provincia de Soria (Parte II)
Rutas de Leyenda: 8 Castillos de la provincia de Soria que deberías conocer (1ª parte)
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