15 Oct Qué ver en Soria en un día: Tras los pasos de la Mesta
Vamos a recorrer la Sierra, la del Almuerzo y los Montes Claros o del Alba, la línea que marca el fin de la cuenca del Duero en el norte de Soria. La Sierra es tierra abierta y en silencio ha dejado su huella en el tiempo desde la prehistoria hasta hoy.
Testigos de su impronta en la historia son: el Dolmen de Carrascosa de la Sierra, el castro “El Castillejo” en Castilfrío, Numancia en Garray y en el entorno los campamentos romanos donde se asentaron las tropas durante el asedio a los celtíberos, la calzada romana y los miliarios de Arancón, la Cañada Real Soriana oriental y la Mesta siempre presente en todas las localidades que vamos a recorrer. Sin olvidar la buena gastronomía desde la caelia hasta las migas.
Empezamos nuestra ruta en el Dolmen del “Alto de la Tejera”, en el término municipal de Carrascosa de la Sierra. El camino parte desde Castilfrío, si en algún momento no hay cartel seguimos el camino de la derecha. Este monumento funerario fue el primero excavado en el alto Duero.
En Castilfrío encontramos otro yacimiento, el castro celtíbero “El Castillejo”, dirección Estepa de San Juan, tras kilómetro y medio seguimos por pista forestal, lo siguiente es a pie, una fuerte pendiente hasta llegar a uno de los castros mejor conservados de Soria, parapetado tras piedras hincadas, foso y muralla. La localidad se merece un paseo, sorprende la cantidad de blasones que adornan los edificios, tantos palacios solo denotan la pujanza de la Mesta.
Aldealseñor se llama así por ser la Aldea del Señor de la Casa y Torre de los Salcedos. Era un concejo abierto, lo que le daba cierto nivel de autonomía, todos los vecinos se reunían y deliberaban las necesidades de la localidad, igual que todos eran elegibles y electores.
De las numerosas edificaciones de la época de la Mesta destaca una sobre todas: La Casa Fuerte de los Salcedo, se trata de una construcción de carácter defensivo e inconfundible por el torreón de más de 20 metros de mampostería .
En Almajano” se firmó “La Tregua de Almajano” entre los reinos de Castilla y Aragón. En un edificio blasonado, en la plaza, con portón de sillería y galería elevada, al estilo mesteño, como otras casa de la localidad.
Narros nos recibe entre grandes casas de piedra de los ganaderos de la Mesta, destaca la de la Media Naranja de armoniosa fachada y notable arquitectura. Tres edificios religiosos rodean la localidad: la Iglesia de San Juan Bautista, la Ermita de la Soledad y la Ermita de la Virgen del Almuerzo.
La Sierra del Almuerzo está poblada de robles, pinos y carrascas y esconde la Piedra de los Siete Infantes de Lara. Cuentan que aquí almorzaron por última vez antes de dejar este mundo en el Valle del Araviana, cerca del Moncayo. A los pies de la sierra se encuentra la ermita de la Virgen del Almuerzo del siglo XVIII.
En Renieblas, Schulten ubicó cinco campamentos romanos en el cerro de “La Gran Atalaya”. Algunos de estos campamentos están relacionados con las guerras numantinas. Muy cerca, en Fuensaúco, destaca la iglesia románica de Nuestra Señora de los Ángeles.
Desde la Atalaya se divisa en la distancia los Montes Claros, la Sierra de Cabrejas y el otero donde se encuentra Numancia, en Garray.
La visita al yacimiento es obligada. Los numantinos marcaron la historia de Roma, cambiaron el calendario, es el nombre propio que más veces se ha repetido en las crónicas romanas y la defensa numantina sigue vigente cuando alguien defiende con firmeza su posición. Garray tiene más atractivos, como la ermita de los Santos Mártires, románico tardío emplazada en un lugar privilegiado entre la localidad y Numancia, el puente, la calzada romana, o la cañada real.
Nos vamos de estas tierras, pero como los trashumantes volveremos, nos queda mucho por ver y mucho por descubrir en esta próspera tierra que fue y esplendida que es.
Más información www.sorianitelaimaginas.com. Y app Soria guía oficial ( incluye audio-guía).
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