La historia de esta localidad gira en torno al pino y a la carretera. La dedicación a la carretería fue uno de los principales medios de vida en toda la zona y fue protegida y privilegiada desde antiguo.

La infinidad de parajes naturales constituyen el principal patrimonio del pueblo. Es frecuente sorprender a ciervos y corzos en estas grandes superficies de pinar. De hecho, el término municipal de Navaleno se halla incluido en la Reserva Nacional de Caza de Urbión.

Navaleno es además, un referente nacional en micología. En otoño celebran su tradicional feria micológica, talleres de micología, salidas al monte y recolección de setas.

El Aula del Bosque del Amogable, en el corazón del monte, bien merece una visita para conocer todo lo relacionado con el patrimonio forestal de Pinares.

En Navaleno, artísticamente, dos son los monumentos religiosos a tener en cuenta: la iglesia de San Esteban Protomártir, con un interesante entramado de madera, y la ermita de San Roque.